Esa es la manera.
Un saquito de ámbar gris… algunos montoncitos de arena sobre
el mármol bruñido, mendigos en la plaza alta… he tenido frío… ¡esa es la manera¡
Una tarde Gloria, bajo los árboles, cerca del rio y de su
casa… cerca de mí; recuerdo su sonrisa
casi sin abrir los labios, recuerdo sus ojos brillantes, su cara, su bondad y
el arrepentimiento que luego sentí… no era demasiado guapa. Yo le hablaba sobre
dunas y campos de la nada, sobre la inmensidad… y ella poco decía, solo me
dejaba largar, sonreía sin despagar los labios mientras sus ajos brillaban
clavados en mí… Es extraño como necesitamos de los años para reconocer la
verdad y añorar la belleza.
© f. buendía
“He mirado las nubes desde ambos lados
Desde arriba y desde abajo, pero de algún modo
son solo ilusiones de nubes en el recuerdo
Realmente no sé lo que son las nubes”
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