Soy la carretera.
Nada daría, no es
cierto; tan solo el veneno que en mi rio
navega sobre las panzas de los peces remontando la corriente hasta donde
recuerdo el cambio de tu voz. Desvarío sobre el tiempo y el cansancio que nos
hace volubles para elegir…. las rutas salvajes... las dudas de las que ahora
hablamos y el derecho al no, y a tu mirada que ya no me ve. Creo firmemente,
cada vez más determinado, en que debería construir un muro más arriba del
cielo… solo digo que… me avergüenzo si acaso de decir lo que pienso… y que
¡tendría que ser tan alto¡ …Soy la carretera y la policía llega detrás…
aceleró, no soy tu viento, ni los ruedines de tú primera bicicleta… solo el
recuerdo de la alfombra en la que volamos…
© f. buendía
No hay comentarios:
Publicar un comentario