Vertederos.
No es de
una tarde que se entendiera ni dé tiempo a sentir la tristeza… Es el devenir
así de traicionero, en ocasiones aguarda y cansa y otras sorprende, no deja
espacio al desengaño ni a la velocidad negativa para vencer la inercia que nos
lleva… ¿Qué cosa fuera? que una mañana un puto whatsapp todo lo dijera y yo necesitara semanas
para notarlo …ridícula tribulación entonces sin absolutamente ser ya
concurrente la pena. Pero no te preocupes cielo, el tiempo lo mide un reloj,
es una maquina… y no existe en el un instante más que para recordar
o esperar… no entiende de otra cosa que
de la ocasión; y de escoria que no sirve abarrota todos los
muladares… A los que solo nos asomamos tú y yo para saber que estamos
en lo cierto, que allí perdimos lo que con prisa abandonamos alguna vez,
escondido entre las sobras, descuidados, arrojamos al vertedero...
© Edith Lasal
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