entreolivares vago
Como un Juancaballo hambriento vago entre olivares por las
huertas de la ladera. Me resisto a volver a la caja de los recuerdos y lanzo
dentelladas al viento sin hallar presa que pague mi ira ni clavo al que
quedarme sujeto… desespero.
Irremediablemente viajo sin denuedo camino inevitable
al olvido del recuerdo; encerrado en la
caja oscura con agujerito pequeño por el que a veces ella cuando que hacer no
tiene o un descuido indolente traiciona el
rigor de su voluntad tremenda, mira, huele y ve, lo que su alma codicia y su corazón querer no
quiere. Vuelvo a la oscuridad,
vuelvo al recuerdo… atormentado por haber hecho lo que no hacer no puede. Pero
aliviado en el consuelo de intentarlo siempre, porque entre el hacer y no hacerlo, la
diferencia es grande.
© F. Buendía
mi unicornio azul - se me ha perdido ayer - se fue...
Naturalmente, es mejor el hacer...
ResponderEliminarUN abrazo. carlos
A veces es mejor dejar los recuerdos donde están, para que sigan siendo bonitos, para no ensucirarlos con las migajas que solo se puedan ofrecer, para que al menos tengan ese rinconcito acogedor en un lugar del corazón.
ResponderEliminar