Anita
ya no vive aquí
Sacudió
armarios y costumbres y huyó, nube de polvo sobre su pasado; el mismo sabor a
tierra que ya casi ni recordaba me dejó, rechinan entre mis dientes los granos de arena. Anita se fue… descerrajó las puerta de los gallineros, echó la cafetera al pozo
y al estanque los libros, menos uno todos allí ¡dichosa niña encendida¡ siempre
se va… Frente a la computadora un cookie todavía me une a tí, resto de lo que
fue... recuerda mis hábitos de navegación.
«Y quedo aquí solo juntando... el antes, el ahora y el después».
© f. buendía.
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