Por entre
cañadas, veredas escarpadas y desfiladeros, con acostumbrado paso, se acerca el
mulero a Caín. Su tarea consiste en proveer de suministros a los vecinos del retirado
término (arroz, trigo, telas, algunos productos ciertamente exóticos y, por
supuesto, el correo). Un hombre deslustrado y más bien chico, algo nervudo y
saludable, conduce por sinuosa vereda exigua recua de mulos y jumentos rebosantes
de abastos y atavíos.
La travesía comienza una vez dejado atrás el robledal; el camino, carretero todavía, muere al pie del viejo murallón, se disipa en la planicie. En su lugar, emerge ahora una desangrada trocha. El grupo la toma y progresa con letanía; zigzagueando sobre los derrubios de piedemonte gana altura con prontitud. Abajo, en el barranco, acecha el río; bravo, helado y predispuesto... Desde allí, nutrias, mirlos acuáticos, salmones y un Martín pescador, saludan largos a la comitiva. A veces, sin demorar en el ascenso, el mulero gira parvo la cabeza y, con oblicua mirada, corresponde a los concurrentes.
La travesía comienza una vez dejado atrás el robledal; el camino, carretero todavía, muere al pie del viejo murallón, se disipa en la planicie. En su lugar, emerge ahora una desangrada trocha. El grupo la toma y progresa con letanía; zigzagueando sobre los derrubios de piedemonte gana altura con prontitud. Abajo, en el barranco, acecha el río; bravo, helado y predispuesto... Desde allí, nutrias, mirlos acuáticos, salmones y un Martín pescador, saludan largos a la comitiva. A veces, sin demorar en el ascenso, el mulero gira parvo la cabeza y, con oblicua mirada, corresponde a los concurrentes.
Las paredes
de la garganta se elevan y estrechan según asciende el sendero, que discurre, una vez en lo alto, por reducido saliente a lo largo de la pared izquierda: suerte de derrota
indómita, hendida en el pedrusco años ha por el hierro del hombre, que se
complace en travesear con los viajeros. En ocasiones, si se le antoja, haciéndoles perder
la huella... Más arriba, un rebeco ensimismado contempla a la compañía, que con
paso lento pero inequívoco porfía en el esfuerzo; y pujan, y desarrollan…
Hasta que salen de las angosturas a ruta más desahogada. Avanzan finalmente sobre la
llanura aluvial, y con paso igual de plúmbeo se pierden en lontananza.
A lo lejos, se oye el canto del urogallo dándoles la bienvenida. No se demorarán los vecinos que, ávidos de nuevas y provisiones, como de costumbre, escoltarán al séquito desde el bosquecillo de manzanos silvestres hasta la plazuela.
A lo lejos, se oye el canto del urogallo dándoles la bienvenida. No se demorarán los vecinos que, ávidos de nuevas y provisiones, como de costumbre, escoltarán al séquito desde el bosquecillo de manzanos silvestres hasta la plazuela.
La Nebulosa - © Jp del Río
Acompañamos con: "Chalaneru" - Banda Gaites Llacín
El arriero va, el arriero va.
ResponderEliminarVa, se queda un rato, y luego vuelve. Gracias Cecilio por venir y dejar tu comentario.
EliminarSaludos!
Muy buena la descripción del paisaje y de quienes lo conforman.
ResponderEliminarAnduve por esas tierras hace muchos años y tengo que decir que me dejó impresionada por tanta belleza que tiene.
La música magnífica, :)
Un abrazo.
Gracias por tu visita ohma; sin duda la belleza de estos lugares es indescriptible.
EliminarMuy descriptivo, sin duda. Bello paisaje!
ResponderEliminarGracias Ana! Un saludo.
EliminarBuenos detalles. Me imaginé paseando por ahí. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por venir Eldan y también a Dalmaden.
ResponderEliminarCiao!
Me hizo acordar este texto de los arrieros colombianos, movilizando desde los campos la producción agrícola e industrial del país, con sus mulas. Un abrazo. Carlos.
ResponderEliminarEso es, un homenaje hecho desde el "romanticismo naturalista", con todos los respetos, para el noble trabajo de los arrieros del mundo.
EliminarUna abrazo amigo!
Sin duda un texto que nos lleva al estasis del disfrute de la naturaleza.Y nos sabes transportar en ese viaje. Buen texto! Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Idolidia, nos alienta que te agrade el texto.
EliminarBesos!
Bellas imágenes dibujaste en mi mente, me recordaste un poco mi infancia en el pueblo natal.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Malquerida, por venir a vernos, y por dejar un bonito comentario.
EliminarSaludos amiga
Buenas, ando un poco desconectado estos días pero no me olvido de vosotros.
ResponderEliminarSe acerca San Valentín, todo bonito ese día y después, broncas mil.
Un saludo.
Así es! Mola verte de vuelta. Eldan? o Dalmaden?
EliminarSaludos.
Bello homenaje a la naturaleza y al romantismo... Muy bonito post
ResponderEliminarUn beso
Isa
Nos complace que te guste. Muchas gracias por acercarte a nuestro blog y alentarnos con tu comentario.
EliminarSaludos Isa Iss!