Mother, do you think they'll drop the bomb?.
Lacero mis antebrazos para concentrarme en lo
que necesito sentir, repaso los apuntes, cuelgo los negativos en el cuarto
revelador... como si nada más existiera si no este dolor… que no quiere agua,
que no tiene arreglo. Sobre el naranjo chino de mi ventana, en la fuente, sobre
la valla, tras la casa de Tajuelo, la cuenca del río y la montaña azul… y en la
nube blanca y gris y amarilla… va llorando… vuelve… no escapa, en la llanura duerme, por
la mañana vuela… herido viaja.
© f. buendía.
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