Desorden.
He recordado un día en la casa vieja de Pedro Marín, allí pasamos muchos momentos pero me he acordado de una mañana, no sé si primavera o verano, el tiempo era muy bueno y sin embargo no hacía calor. De repente nos pusimos hacendosos, yo no sé qué hacia afuera: Regaba, limpiaba, desatranqué una cañería de la cocina y barrí el porche; tú estabas dentro: Salías entrabas, no podías parar… el recuerdo es muy vago¡¡ pero al final tenías el salón decorado con unos ramilletes de florecillas, ramitas verdes… encantador; todo tan bucólico¡¡ No lo olvidaré jamás.
A veces me hacía con las llaves de la casa antigua y nos escapábamos a ella, como a un refugio, un escondite, a el paraíso… Apenas tú dieciséis, yo diecisiete... "en la punta de tu lengua, en tu respiración, algo, me volvía loco" Nos miramos y nos sonrojamos un poco al finalizar las tareas domésticas que por alguna razón nos habíamos auto impuesto; no comentamos nunca nada al respecto… Creo que jugamos a compartir una vida… Siempre he recordado esto con ternura¡¡ es una de esas imágenes que te acompañan siempre sin tener muy claro el motivo y… qué es lo que quieren decir.
© f. buendía.
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