Piedras luces y esparto.
Nadie sabe que aquí se alzó El Alcázar... bajo vientos y niebla, sobre la colina. Vahos ahora de fábricas de orujo, desechos del olivar se confunden con la fosca entra las callejuelas; empecinados seres descendientes de endémicos abolengos que siempre estuvieron dan y dan vueltas al mismo pedazo de tierra creyéndola suya, miran orgullosos en el valle al rio correr... ¡Grande¡ siempre el rio grande... testigo de tantos dueños… necios los necios, malgastando las horas de un modo indecoroso, sin saber que no hay tiempo que matar. Que el sol parece el mismo pero de alguna manera... pasan los momentos
"Entre los olivos
los cortijos blancos
por un ventanal..."
Razones para reconocer que el mundo es ancho y
la realidad simple, que el hombre no para y
la historia… quizá demasiado larga.
“Me basta solo con mirar”
© f. Buendía.
El hombre hace quela historia no pare: es su motor. Un abrazo. Carlos
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