Al ritmo, caminando cogidos de la
mano, yo de traje, ella guapa. Apresurados. En la solapa una rosa que no al
mucho le ofrecí y ella aceptó. Luego se la llevó al pelo, y compuso un cuadro.
Sonaban campanas de boda desde
una iglesia cercana, a mí se me anudó la garganta. Ella me miró, y luego me
miró, y luego me miró… Y llegamos.
Alguien me dio un empujón, hice
una reverencia arrugando apenas la espalda, y tomé asiento. Por detrás sonaban
palmas.
Luego, en silencio y al cobijo de
lo oscuro, sostuve con pulso firme, pero suave, el mástil. Esperé lo que había
que esperar y le entré en un arrebato por fandangos. Ella apareció llenando el
espacio y al soltar la cola de una patada, a mí me dejó en el filo, el resto
cayó por el barranco.
La Nebulosa - Leandro
Bastón
¿Cuántas veces nos hemos quedado en el filo y el resto del mundo se ha despeñado ante una mirada, una palabra, un taconazo...?
ResponderEliminarSi no hay nada que decir ni nada de que hablar
ResponderEliminarNo hace falta explicarte
Si guardas todos los secretos de mi vida y de mis sueños si lo sabes
Eres la única canción que siempre escribiré
“En un mundo tan agitado como este nuestro, el amor se acaba antes de que haya tenido oportunidad de empezar. Demasiados besos a la luz de la luna parecen enfriarse con la calidez del sol”. (When I fall in Love - Victor Young & Edward Heyman)
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