miércoles, 11 de febrero de 2015

Dibujos, acuarelas, collages




Dibujos, acuarelas, collages

Cenicienta acababa de perder sus tacones y muchos años después me llamó, hablábamos por el teléfono celular, que luego se invento, sobre algo que nos pasó hacía tanto tiempo… Se lía mi vida a veces, cuando escribo de noche y canto al amanecer, apunto luego números que no me salen durante el día  siempre de nueve a diez, de sol a luna y la luna me lleva cada noche de exposición retrospectiva de Georges Pierre Seurat. Todo se confunde cuando mi mes no cubre la segunda hipoteca que aún persiste con cara de la mujer que tuve y que solo recuerdo tras la puerta diciendo adiós… Es una puta confusión,  mi cajetilla de ducados sobre el armario junto a todo lo que dejé de apoco …prohibido ya todo.

 

            Nada pasa en febrero, todo ha terminado o está por llegar, no hay flores, ni enamorados que las necesiten, es frío y pequeño este mes. Compré una camisa a cuadros de franela y la deje abierta, como sobre camisa, lavé mi pelo domingo de sol loco de febrero azul y frio y te fui a buscar:  miel en tus ojos, dulce y fría tu,,, ¡duele¡ dejarse llevar… camisa franela de costuras incomodas, rodadas;  pelo seco apelmazado, maloliente, inseguro… ¡change¡  endiablada inseguridad.  Nunca se sabe donde se puede terminar o empezar… Cuatro ratones y una calabaza a mis pies… Suena mi celular y escucho tu voz.

 

            La sangre cae de mi nariz cada vez que peleo, no es un lamento, si no una renovación, como Edward Norton en el club de la lucha, venzo a golpes el insomnio y vendo por el día jabón. Y en este ir y venir de planes sin marcar, me dirijo como un tren inapelable a su destino, firme como la vía en locomotora veloz, atrás… el vapor. Hablemos de todo menos del tiempo, de la risa  y de lo bueno, ingenuos seamos, de las estrellas y sus nombres, de barcos y  mares por navegar, de una góndola en Venecia, hablemos y no pensemos… de todo... todo es confusión  …Disculpad mi osadía. 

 

 © f. buendía






 

viernes, 6 de febrero de 2015

Anita ya no vive aquí




Anita ya no vive aquí

         Sacudió armarios y costumbres y huyó, nube de polvo sobre su pasado;  el mismo sabor a tierra que ya casi ni recordaba me dejó,  rechinan entre mis dientes los granos de arena.  Anita se fue… descerrajó las puerta de los gallineros, echó la cafetera al pozo y al estanque los libros, menos uno todos allí   ¡dichosa niña encendida¡   siempre se va… Frente a la computadora un cookie todavía me une a tí, resto de lo que fue... recuerda mis hábitos de navegación.


«Y quedo aquí solo juntando... el antes, el ahora y el después».



© f. buendía.